Recientemente, un póster de colaboración entre el juego de Mahjong Soul y la franquicia Saki Zenkoku-hen causó un gran revuelo. Cada vez que aparece un anuncio protagonizado por un personaje de anime se produce un alboroto similar, y la composición otaku vs feminista está cada vez más consolidada. Sin embargo, cuando observamos el contenido otaku orientado a los hombres que se ha popularizado en los últimos años, parece estar extendiéndose una situación en la que no hay excusa aunque se señale como explotación sexual.
El género de la heroína esclava, tema candente en el sitio web de presentación de novelas Novelist’s Letter, está en el punto de mira. El contenido de este género es exactamente como su nombre indica. La trama principal gira en torno a una niña sin parientes que creció oprimida como esclava, a la que el protagonista compra a un traficante de esclavos y la convierte en su esposa… Novelas populares del género, como Tate no Yuusha no Nariagari y Isekai Meikyuu de Harem wo, se han convertido en éxitos tan grandes que han sido adaptadas al anime.
Aunque no llegue al extremo de las heroínas esclavas, en el género naro parece ser popular la combinación de relaciones jerárquicas con diferencias de poder, como criadas y subordinadas, y romance. Los otaku están divididos sobre si aprueban o desaprueban este género. Los deseos de los hombres poco atractivos se retratan con demasiada honestidad. Me gusta como género, pero es tan explícito sobre el deseo que me hace sentir autodesprecio cuando lo leo.
Llamemos romance de poder al género en el que el héroe se enamora de una heroína que tiene una diferencia de poder. Este género no se limita a los naroukei, sino que también es común en los juegos de sombras y otros contenidos. Por ejemplo, en Blue Archive, se muestra la relación entre un nuevo profesor y sus alumnas, y en Uma Musume Pretty Derby, donde el jugador se convierte en entrenador y cuida de chicas caballo de carreras, es un tropo común en los juegos de sombras populares.
Se trata de una forma de representar las relaciones que se desarrolló a partir de las llamadas historias de ídolos y no de una cultura que comenzó con los juegos de sombras. La estructura es una comedia romántica con un productor protagonista y una serie de ídolos producidos por el productor… una estructura multiheroína.
Por supuesto, no hay nada malo en representar relaciones basadas en el poder. Es una cuestión de gustos, y la libertad de expresión está garantizada. Sin embargo, si se llega a la expresión descarada de heroína esclava, es natural que el público sienta antipatía hacia ella. En caso de polémica, resulta difícil escapar diciendo que no se dedican a la explotación sexual. Para proteger su propio mundo, puede ser necesario enfrentarse seriamente a la ética de la expresión y su nocividad…
Fuente: Myjitsu
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