La siguiente reseña sobre el capítulo 4 de Ayakashi Triangle contiene spoilers, así que si no has visto el capítulo, te recomendamos que lo mires primero.
Llegó el capítulo 4 de Ayakashi Triangle, el último antes de la suspensión que fue anunciada el 23 de enero. Si no te has enterado o quieres saber más de qué se trata, te recomendamos hacer click aquí. Rápidamente te comentamos que la suspensión se debe a afectaciones que la pandemia de Covid-19 sobre la planeación del equipo de producción. Debido a esto, esperaremos nuevas noticias sobre la continuación de esta serie.
Al inicio de este episodio podemos ver a Matsuri y Suzu discutiendo sobre los eventos que sucedieron en el episodio anterior donde se reveló el personaje Soga Ninokuru como ninja exorcista, mientras esperaban el autobús para ir a la escuela. Curiosamente, esto sucede mientras ambos son contemplados bajo la mirada de Soga quien será determinante más adelante.
Suzu nota que Matsuri y su amiga Yayo no se llevan bien, y le sugiere que haga el esfuerzo por ser más amigable. Matsuri le explica que nunca ha tenido amigos ni mujeres ni hombres porque nunca ha tenido tiempo para hacerlos. Le recuerda que la única finalidad de que él se encuentre con sus amigas es protegerla de Shirogane. Al regresar con Yayo y Lu las ven acariciando a Shirogane creyendo que es un gato común y corriente. Shirogane les explica que utiliza su brujería para que la débil percepción de los humanos no lo detecte ya que tiene como principio no convivir con los humanos. Acto seguido, les confiesa que Yayo está poseída por un ayakashi que la hace tropezar seguido. Para salvarla, Matsuri hace un conjuro de exorcismo con viento de ceniza con la que puede salvar a Yayo de una dura caída por las escaleras. En una curiosidad, el ayakashi es parecido a Bellsprout.
Matsuri aprovecha para disculparse con Yayo por tratarla de forma ríspida explicándole que no ha tenido muchos amigos en su vida y que no sabe muy bien cómo tratar con las amistades refrendando su amistad. Luego hacen un grupo para poder mensajearse las cuatro. Mientras tanto, Shirogane es abrazado por el profesor de inglés.
Por la noche, Matsuri hace el ritual de los espantos para que el ayakashi que atacó a Yayo no le haga fechorías a la gente y regrese a la montaña ya que el abuelo de Matsuri no cree que: “…sean malignos. El pensamiento que nace en el mundo también forma a los ayakashi desde la flora, fauna, naturaleza y las emociones de la gente“. Precisa también que los ayakashi que no son malignos no son exterminados sino simplemente alejados de la gente. Suzu se da cuenta que Matsuri no le cuenta ese tipo de cosas para protegerla de todo lo que tenga que ver con los ayakashi.
A la mañana siguiente, y después de debatir sobre la telenovela que están viendo, Suzu se da cuenta de lo que piensa Matsuri sobre las relaciones románticas y que quizá piense que la única obligación que Matsuri tiene con ella es protegerla de los ayakashi. En ese instante se les aparece un ayakashi volador cuyo nombre es Ponosuke Ninokuru que es ayakashi acompañante de Soga Ninokuru para darle un mensaje a Matsuri donde pretende citarlo solo con traje de ninja y así evitar el percance del duelo anterior. Además que les confiere un don de invisibilidad ante los humanos.
Al llegar al punto de encuentro, Ponosuke le dice a Matsuri que hablaron con un ayakashi que aseguraba que la anterior sacerdotisa de los ayakashi era ayakashi y humana a la vez haciendo que comparta características especiales de ambos espectros, tanto humano como espiritual. Esto revela que Suzu es tanto humana como ayakashi. A consecuencia, Soga le dice a Matsuri que debe tener vigilada a Suzu por si llega a convertirse en un peligro tal como lo es Shirogane para exorcizarla si fuera necesario. Sin embargo, Matsuri no lo cree y amenaza a Soga tomándolo del cuello, pero este último se retira una vez más sintiendo el contacto entre él y los senos de la forma femenina de Matsuri. Más tarde, cuando Suzu le pregunta sobre lo que había pasado escuchan a Shirogane gritando perseguido por el profesor de inglés.
Suzu sigue empeñada en convencer a Shirogane de que no la coma haciéndole de cenar reflexionando sobre el constante secretismo de Matsuri y teorizando lo que sucedería si se rompe el hechizo de cambio de sexo de Matsuri con un beso. Por su parte, Matsuri no puede dormir y tampoco se puede concentrar al leer sus mangas pensando en lo que Soga y Ponosuke le dijeron sobre la sacerdotisa de los ayakashi. Ya dormido, Suzu lo visita en forma de ayakashi y le da un beso ante los ojos de Shirogane.
Este episodio levantó muchos comentarios sobre el inesperado final y que agradó a gran parte de la audiencia. El vínculo de Matsuri con las amigas de Suzu se ha fortalecido; y con la Suzu misma, la cual definitivamente está enamorada de Matsuri al grado de que arriesga todo por tratar de ayudarlo a que regrese a su forma natural. Por otra parte, también está el tema de las cosmogonía sobre el amor que mantiene a Matsuri ajeno a los dilemas sentimentales de Suzu ya que su primordial objetivo es alejarla del peligro que supone para ella los ayakashi malignos de Shirogane y la injerencia de Soga en su plan para regresar a su forma masculina.
Vamos apreciando la conformación de una personalidad de Matsuri totalmente discreta que conflictúa a su misión con los ayakashi como ninja exorcista. Con Suzu que es su mejor amiga. Lamentablemente para él, la posibilidad de que ella, además de ser la sacerdotisa de los ayakashi, sea un ayakashi le levantará miles de dudas y confusión donde seguramente deberá tomar decisiones, especialmente si se vuelve peligrosa para la gente del mundo común. Es lamentable que debamos esperar para ver la continuación de esta historia, pero sin duda, promete grandes cosas y nos tendrá grandes expectativas.
Sinopsis de Ayakashi Triangle
Matsuri Kazamaki y Suzu Kanade son amigos de la infancia, unidos por su capacidad compartida de ver ayakashi-youkai en busca de una fuerza vital que devorar. Sin embargo, en el instituto, su relación se deteriora. A medida que aumentan los sentimientos unilaterales de Suzu, también lo hace la diferencia en sus puntos de vista sobre los ayakashi: Matsuri considera que todos los ayakashi son una amenaza para su amiga, mientras que Suzu es una ayakashi médium (alguien que exuda una cantidad significativa de fuerza vital en comparación con el humano medio) y los ama a todos a pesar del riesgo. Cuando los dos tropiezan con un gato blanco parlante llamado Shirogane, no saben que se trata de un ayakashi de cuatrocientos años conocido como el “Rey de los Ayakashi”.
Está empeñado en obtener aún más poder devorando a Suzu, pero cuando Matsuri se abalanza para intentar salvarla sellando los poderes de Shirogane, ¡el ayakashi utiliza un jutsu para convertirlo en una chica! Matsuri jura proteger a Suzu de más daños como su mejor amigo, pero debe aprender a actuar como una chica hasta que su abuelo (un famoso ninja exorcista de jutsu de viento) pueda deshacer el jutsu. Mientras tanto, Suzu debe resolver sus sentimientos románticos por Matsuri ahora que ya no es un chico. Pero cuando Matsuri toma al rey como su mascota, el futuro de los dos amigos parece incierto.