La siguiente reseña sobre el capítulo 2 de Tokyo Revengers: Tenjiku-hen contiene spoilers, así que si no has visto los capítulos te recomendamos lo veas primero.
El segundo capítulo de Tokyo Revengers: Tenjiku-hen titulado como “Enemigo mortal” se traslada a una reunión de todos los miembros de Toman en el Santuario Musashi tras la emboscada de Tenjiku, donde Takemichi se pregunta quién puede ser el traidor del que le habló Kakucho anteriormente, aunque también lo ve como un truco para confundirlos, pero, aun así, sabe que no debe bajar la guardia en ningún momento.
Una vez iniciada la reunion, Takemichi, Chifuyu y los Kawata cuentan que su principal fuerza es Mochizuki al cual unos miembros reconocen como miembro de la Generación S62, sin embargo, Mitsuya les comenta que también cuentan con los hermanos Haitani (Ran y Rindo), lideres de las bandas de Roppongi y miembros de la Generación S62 igualmente. Finalmente, Draken comenta que unos miembros fueron atacados por Madarame, ex líder de la novena generación de los Black-Dragons, la misma que Toman aplastó en su fundación y al igual que el resto hace parte de la Generación S62. Tras esto Mikey decide que es momento de atacar Yokohama, pero Takemichi cree que esto es lo que quiere Kisaki por lo que Chifuyu le recomienda volver al futuro para que Naoto le dé más información al respecto.
De vuelta al futuro:
Takemichi sale de la reunión directo a la casa de Hina para darle la mano a Naoto y volver al futuro siguiendo el consejo de Chifuyu. Antes de volver se encuentra con Hina, lo que lo hace recordar la razón de todo esto y vuelve determinado a detener a Kisaki de una vez por todas. Ya en el futuro, Takemichi y Naoto hablan sobre lo que ha descubierto cada uno y se dan cuenta de esto se volvió un juego del gato y el ratón entre Kisaki y él. Pero lo más importante es que se dieron cuenta de que la clave puede ser averiguar más de Izana Kurokawa, el actual líder de Toman tras la muerte de sus lideres, por lo que cada uno va a buscar más información por su cuenta.
Takemichi llega a la iglesia donde ocurrió el incidente de navidad y recordando esos momentos grita de la frustración y escucha una voz familiar que lo interrumpe, Taiju Shiba que rezaba por el alma de Hakai. Takemichi lo reconoce y dejando el miedo de lado, aprovecha el momento para pedirle ayuda y junto con Naoto van al restaurante de Taiju quien tiene bastante información que compartirles, esperando así, vengar la muerte de su hermano.
Taiju empieza a contarles a Takemichi y Naoto todo lo que sabe de Toman e Izana Kurokawa. Primero Taiju les comenta es que Izana fue líder de la octava generación de los Black-Dragons antes de llegar a Tenjiku. Pero los más sorprendente fue cuando les contó que la primera generación de los Black-Dragons la fundó Shinichiro Sano, el hermano mayor de Mikey del que tanto habían escuchado.
Un último apretón de manos:
Ya sabiendo más de Izana y su influencia en la Toman actual, Taiju les comenta que todo esto se dio tras el incidente de Kanto, donde una tregua dejó a Mikey, Izana y Kisaki como las cabezas de Toman. Taiju también aprovecha el momento y le pregunta a Naoto si Kisaki realmente está muerto a lo que este dice que las influencias de Izana le permitieron fingir su muerte y escapar del país, dejando a este último como único lider de Toman.
De repente, Kokonoi e Inupi interrumpen la reunión, diciendo que Izana ordenó capturarlos con un montón de gente de Toman con ellos. Taiju los reconoce como el hombre que aún se aferra a los Black-Dragons y la billetera de Toman, luego les dice a Takemichi y Naoto que escapen por la puerta trasera revelen la verdad de Kisaki y Toman mientras él consigue tiempo peleando contra los hombres de Izana que al parecer asesinan a Taiju.
Takemichi huye con Naoto, pero se detiene pensando que Koko e Inupi pueden ser la clave para entender como corregir el pasado por lo que decide volver al restaurante de Taiju a interrogarlos, pero en un callejón se encuentra con Kisaki quien tiene un arma y está a punto de asesinarlo hasta que Naoto se interpone recibiendo él la bala y quedando moribundo en el piso. En ese momento aparece Izana con una mirada intimidante por haber perdido a Mikey y ordenándole a Kakucho acabar con Takemichi, este hace caso y le dispara a su viejo amigo dejándolo al borde de la muerte. Los de Toman se retiran, Naoto le dice a Takemichi que se encuentra orgulloso de él y que confía que este último apretón sea el que solucione todo, dándole la mano una última vez.
Conclusión:
El capítulo 2 de la tercera temporada de Tokyo Revengers inicia presentando un poco más a fondo a los miembros de Tenjiku y la Generación S62, y los planes de Toman de atacar Yokohama como venganza de la emboscada que les tendieron anteriormente. Pero el punto de inflexión en este fue la verdad sobre Izana y los Black-Dragons en el futuro, así como saber que Kisaki estaba muerto y reapareció para matar a Naoto y Takemichi de una vez por todas.
El final del episodio da a entender que Takemichi vuelve al pasado, pero que esta vez no podrá volver si no cambia nada pues a menos que Naoto reviva esto no será posible. Esto se considera un buen cierre para los viajes en el tiempo de momento y todo parece indicar que Takemichi deberá dar con los Koko e Inupi del pasado para lograr salir victorioso en el incidente de Kanto y evitar el horrible futuro que se avecina.
Sinopsis de Tokyo Revengers: Tenjiku-hen
Para salvar a la Tokyo Manji, que había cambiado por completo, Takemichi Hanagaki
saltó en el tiempo hace 12 años y lideró la batalla contra Black Dragons hasta la victoria de Navidad.
Lograron expulsar al traidor Tetsuta Kisaki, pero por alguna razón la situación actual sólo empeoró.
Un día, con una determinación renovada, la Tokyo Manji es atacada por un equipo que se hace llamar Yokohama Tenjiku.
La persona que apareció ante Takemichi, que estaba confundido, fue Kisaki que vestía un uniforme kamikaze.
¡La venganza de la vida continúa hacia el mayor y “último” conflicto en la historia de Kanto !
Fuente: Sitio Oficial